¿Deberían preocuparse los trabajadores mayores sobre la inteligencia artificial?

“En realidad, para mí [la tecnología] significa que puedes trabajar por más tiempo”, dice Haas, que además es la fundadora de New York Consulting Partners, que ayuda a empresas que están creciendo rápido, y una exsocia de McKinsey & Company. “Hace por ti algunas de las cosas más triviales, las simplifica y las facilita”.

Los trabajadores mayores tendrán que aprender nuevas destrezas

Si la nueva tecnología tiene una desventaja, es que requiere algo más de los empleados: que aprendan cómo usarla de forma eficaz.

“Si bien los empleos han empezado a requerir menos esfuerzo físico, también han comenzado a ser más exigentes desde el punto de vista cognitivo”, señala Mudrazija. “La inquietud y el desafío es que necesitamos educar a las personas a trabajar en este mundo nuevo —a quienes ya tienen empleos y a quienes están ingresando al mercado laboral—”.

Algunos adelantos tecnológicos anteriores sí perjudicaron de manera temporal a los trabajadores mayores. Por ejemplo, la computarización generalizada a mediados de la década de 1980 hizo que algunos se jubilaran (en inglés), según los hallazgos de un estudio del Foro Económico Mundial. Pero en la actualidad, la brecha de tecnología entre los trabajadores mayores y los más jóvenes en gran parte ha desaparecido. Según la encuesta de investigación de AARP, el 42% de las personas mayores de 50 años dicen que ya tienen conocimientos sobre IA y el 48% dicen que están interesados ​​en tomar capacitación o cursos sobre cómo usar IA en su línea de trabajo.

Por otra parte, dice Haas, tecnología como la inteligencia artificial puede servir de atajo para realizar todos los pasos más pequeños de un proyecto que los empleados ya saben hacer, como por ejemplo, crear un sitio web. “Lo único que tengo que hacer es decirle al sistema cómo es el sitio web que me imagino, y puedo producir un prototipo”, explica.

Dice que quienes ahora son mayores de 50 años tienen una ventaja que no poseen sus colegas más jóvenes: ya han pasado por la aparición de una tecnología revolucionaria, conocida como internet.

“Hasta cierto punto, es algo individual”, dice Mudrazija. “Si las personas temen tanto la tecnología que deciden no interactuar con ella, ni usarla ni tratar de entenderla, entonces se vuelve una profecía autocumplida. Por sí mismas, se excluyen del mercado laboral y se vuelven menos competitivas”.

Incluso con las nuevas tecnologías, los negocios necesitarán más trabajadores mayores

Hay una razón por la que los empleadores deberían querer mantener a los trabajadores mayores, según otro informe nuevo, este de la firma de consultoría Bain & Company. A medida que ocurren cambios demográficos, a nivel mundial, otros 150 millones de empleados serán mayores de 55 años para el 2030 (en inglés). En conjunto, estos empleados formarán más de la cuarta parte de la fuerza laboral en Estados Unidos y otros países —un aumento desde aproximadamente un 15% hace solo una década—, y hasta el 40% de la fuerza laboral en Japón.

Las empresas que retienen a las personas mayores ya tienen mayor productividad (en inglés), según hallazgos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Bain dice que algunos empleadores han tardado en reconocerlo, incluso a medida que los cambios en la fuerza laboral significan que ahora tienen menos alternativas.

Otros empleadores están intentando mejorar. El programa Talent Is Ageless de CVS Health (en inglés) incluye la opción de teletrabajo, además de horarios flexibles, puestos compartidos y semanas laborales reducidas. La cuarta parte de los empleados de la empresa son mayores de 50 años.

Una cifra sorprendente de personas en el país —un tercio— desean trabajar más allá de la edad tradicional de jubilación (en inglés), según una encuesta de Gallup, y muchas otras siguen trabajando hasta mucho después. Se espera que el número de trabajadores de 75 años o más (en inglés) haya aumentado aproximadamente un 86% en la década que termina el año entrante, según la Oficina de Estadísticas Laborales, comparado con un aumento esperado de un 5% durante ese período entre empleados de todas las edades.

Sin embargo, no todos esos empleados desean seguir acudiendo a la oficina a tiempo completo. De hecho, la mayoría quieren reducir sus horarios y trabajar a tiempo parcial, encontró Gallup. Las opciones de flexibilidad laboral se vuelven más importantes con la edad. La tecnología también puede potenciar esto, pues permite que las personas trabajen desde el hogar o de modo independiente. Trabajar a tiempo parcial es otra alternativa que ofrece más flexibilidad a los trabajadores mayores y a sus empleadores.

“[La flexibilidad] les permite no solo seguir trabajando, sino además decidir cuánto van a trabajar”, dice Mudrazija. “Facilita la transición para salir de la fuerza laboral. No tiene que haber un cierto momento en el que cesen las actividades; se vuelve más bien como un proceso de transición”.

Las “destrezas interpersonales” podrían volverse más valiosas

Las compañías también necesitan a los trabajadores mayores para las “destrezas interpersonales” —trabajo en equipo, resolución de problemas, manejo del tiempo, pensamiento crítico— que se logran con la experiencia. La inteligencia artificial no tiene estas destrezas.

“Se puede argumentar que la inteligencia artificial podría hacer innecesarias a muchas de las personas que están muy especializadas en ciertos tipos de empleos, porque es una tecnología que puede hacer lo mismo de mejor modo”, señala Mudrazija. “La pregunta es: ¿Tendremos suficientes personas con conocimientos muy amplios sobre muchas áreas que podrán interactuar con esta tecnología, que podrán dirigirla?”.

Es casi como regresar a la idea de la persona renacentista, dice, “alguien con una educación muy amplia y muchos conocimientos, pero que no necesariamente está superespecializado en un área en particular. Y los adultos mayores tienen varias cosas que les dan ventajas claras sobre los más jóvenes, siempre y cuando también estén dispuestos a aceptar estos cambios que van llegando y la necesidad de aprender y adaptarse a ellos de forma continua”.

Y si bien los indicios sugieren que es demasiado pronto para preocuparse, Berg advierte que también es demasiado temprano para saber lo que sucederá.

“Estamos viendo una tormenta que se arremolina y no ha aterrizado”, dice.