Vida Sana
Cuando el mayor de los cuatro hijos de Cherie Jenkins le pidió recientemente que fuera su cofirmante de la hipoteca de su primera casa, Jenkins y su esposo aceptaron rápidamente. Su hijo, de 24 años, y su esposa, de 23, tenían buenos puntajes crediticios y ganaban lo suficiente para cubrir los pagos de la casa de 1,800 pies cuadrados que querían comprar en Kennewick, Washington, por $390,000. Pero la joven pareja no había estado en sus trabajos el tiempo suficiente, él trabaja para el negocio familiar de construcción, ella es asistente de mercadeo en la firma de bienes raíces donde Jenkins es una agente, para tener derecho a recibir el préstamo por su cuenta.
“Están pensando en formar una familia, y estaban tan emocionados por la casa”, dice Jenkins. “Mi corazón de madre se conmovió”.
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Ahora, sin embargo, mientras se acercan al cierre de la casa, Jenkins admite que tiene dudas. La documentación financiera requerida ha sido una pesadilla, dice ella. Además, ella y su esposo podrían querer comprar una nueva casa pronto, y les preocupa que no reúnan los requisitos con la deuda adicional del préstamo de su hijo en su historial. También le preocupa que sus hijos más jóvenes ahora esperen el mismo trato.
“Quiero ayudar a mis hijos, pero no me di cuenta de todo lo que implica ser codeudora”, dice Jenkins, de 49 años. “Si me pidieran hacerlo de nuevo, no estoy segura de que mi respuesta seguiría siendo sí”.
Es una pregunta con la que muchos padres están luchando estos días, ya que los precios de las viviendas en su punto más alto y las tasas de hipoteca que han aumentado más del doble desde la pandemia están haciendo que más compradores de vivienda primerizos recurran al banco de mamá y papá para obtener ayuda. Según Freddie Mac, el 3.7% de los jóvenes compradores de viviendas (de 25 a 34 años) dependieron de cofirmantes mayores para la aprobación de la hipoteca en el 2022, la proporción más alta desde el 2015. Un análisis separado de los datos hipotecarios realizado por la correduría de bienes raíces Redfin encontró que la tendencia continuó el año pasado.
En general, alrededor del 7% de los padres han cofirmado una hipoteca para sus hijos, entre ellos el 17% de aquellos que ganan $100,000 o más, según una encuesta de LendingTree del 2022. Significativamente, casi la mitad dijo que terminaron arrepintiéndose de su decisión.
“Es natural querer ayudar a tus hijos, pero hay algunas situaciones en las que es más factible que otras”, dice Jacob Channel, economista sénior de LendingTree. “No quieres poner tus propias finanzas en riesgo o crear tensión en tu relación con tu hijo si las cosas no salen bien”.
Si tu hijo te pide tu firma para una hipoteca, ¿cómo te aseguras de no estar entre aquellos que se arrepienten de ser codeudores? A continuación, lo que los expertos dicen que debes considerar.
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